Construcción de consensos
¿Podrá la sociedad cubana construir un consenso para romper con el racismo actual e histórico y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades revolucionarias?
Por: Gisela Arandia.
El debate surgido en los últimos dÃas a propósito de un artÃculo de Roberto Zurbano, publicado en el diario estadounidense, The New York Times, nos ha tirado a la cara de modo virulento la pertinencia del racismo cubano. Un fenómeno que sigue insertado en los intrÃngulis más ocultos y sofisticados de nuestra consciencia social. El discurso racista con plena vigencia, es capaz de lanzar ráfagas de hostigamiento, con insólitas tesis para el mundo moderno, donde irrumpen ideas arcaicas desde las zonas remotas del pensamiento como parte de un imaginario social que todavÃa niega su existencia.
No pretendo con esta reflexión, colocar un enfoque a favor o en contra del texto que creó la polémica, pues me pronuncié desde ARAC en un documento consensuado participativamente, dado a conocer al inicio del debate. La intención de esta reflexión es aprovechar el debate para analizar el estatus del racismo y su correlato la discriminación racial, en el contexto de la sociedad cubana. Un tema que, a pesar de su impacto significativo en la vida cotidiana de miles de familias negras, no cuenta todavÃa con la prioridad requerida.