Soy un negro más: Zurbano par lui même[1]
(Segunda Parte)
Roberto Zurbano
10 de octubre, 2914
A Antonio Torres, mi bisabuelo, primero cimarrón, luego mambí, finalmente enfermo y olvidado…
Para Georgina Herrera, que lo sufrió como una verdadera madre…
Las personas negras arrastramos estos silencios durante una buena parte de nuestras vidas, de nuestras relaciones personales en centros de estudio y trabajo, entre colegas, amistades, familiares, etc. De eso no se habla mucho, pero es una tensión sorda que se produce al interior de nuestras vidas por la presión social que significa ser negro en contextos donde somos objeto de inferiorización, chistes cotidianos, estereotipos y, sobre todo, exclusiones solapadas. Esa tensión es la manera invisible en que los prejuicios se instalan y dan paso a la discriminación racial. Es un proceso que muchos amigos blancos expresan mejor que yo, pues lo han visto con sus propios ojos y han sido testigos de varios actos públicos de discriminación. Y los han combatido. Lo digo para negar el mito extremista de que toda persona blanca es racista o que todo negro tiene conciencia racial. Es peligroso pensar desde los extremos.
Es muy cierto que sólo la conciencia racial nos coloca ante lo duro y lo bello que es ser negro. Esa conciencia nace en la familia, en el grupo de amigos, en la forma de crianza que nos dan padres y abuelos, quienes son los primeros que nos colocan ante el espejo de nuestra historia y nos enseñan en forma de advertencias, premios y castigos a ser nosotros mismos, a no rechazar nuestra imagen, a respetar, defender y disfrutarla más allá del espejo, en un mundo hostil que trata de marginarnos a cada paso. No todas las familias negras alcanzan una plena conciencia racial, pero en mi familia ha sobrado la alegría, la autoestima, la dignidad y otros valores ancestrales de gran riqueza espiritual muy útiles en los peores momentos….
[1] Tomado de: Afro-Hispanic Review, Volume 33, Number 1 (Spring 2014), pp. 20-27. Las imágenes pertenecen a la serie del pintor Erik Olivera titulada “Rostros Ancestrales”.