El racismo contra la pared. Texto de Jesús Guanche y comentario de Pablo Herrera.

Por Graciela Chailloux Laffita

Confieso que lo mejor de la Mesa Redonda sobre el tema de marras es que ha permitido asomarse a la puerta de nuestra sociedad un tema cuyo tratamiento había tenido espacios muy limitados hasta ahora.

Los textos a continuación evidencian una insuficiencia que es imprescindible abordar: establecer una plataforma conceptual para contribuir desde la academia al debate. La confusión conceptual puede ser muy dañina al propósito declarado. La no existencia de un espacio de divulgación popular se constituye en el secuestro de un tema que interesa a todos.

No soy partidaria de no poner por delante todo lo que la Revolución ha hecho por la igualdad social. Pero un análisis científico tiene que abandonar esa postura de ver el asunto desde sus expresiones inmediatas y no realizar un abordaje en el que el conocimiento sobre el tema sea el de su proceso de instauración, enfrentamiento, desarrollo y perspectivas.

Enjuiciar el movimiento de la negritud como un fracaso desconoce su contexto de surgimiento y consiguiente importancia. Que Marx no hablara del imperialismo no invalida El Capital. La creación de conocimiento es un proceso. Lo realmente académico y científico es identificar ese proceso para desde los logros del pasado construir el conocimiento del presente e identificar los derroteros hacia el futuro.

¿Puede haber una expresión más contundente de desconocimiento (ignorancia sería quizás ofensivo) de la esencia del racismo que decir que el negro puede ser racista contra el negro? Racismo es exclusión, explotación, desvalorización para la negación de derechos de ser humano a un individuo y no eso no es un asunto de la subjetividad, es profundamente objetivo: tu imagen, la cultura de tus ancestros no tienen espacio en la representación de la nación a la que legalmente perteneces, a no ser como ciudadano de segunda. Cuando el negro niega su espacio al blanco no lo está despojando del poder que le concede el capital simbólico que es el color de su piel. Prosaicamente, ¿qué poder le resta un negro a un blanco cuando no lo deja entrar en sus desvalorizados espacios? Alguien podría decirme cuándo un blanco ha sido despojado de sus derechos a la representación por un negro en plano de autoridad. Alguien me puede decir por qué a los negros solo les gustan los empleos de sirvientes en las instalaciones en las que Cuba ofrece su imagen a los extranjeros (mayoritariamente en condición de turistas).

Mientras no se me pueda demostrar no creo en la posibilidad de un blanco ocultando su racismo en una campaña contra el racismo. No es menos cierto que es un peligro que puede correrse, pues el tema es atractivo y útil para la consecución de propósitos no decorosos. Pero necesario es reconocer que no es lo mismo el dolor de muelas para el estomatólogo que para el paciente. No obstante, como antes dije es un asunto que concierne a todos y por eso dodos tenemos el derecho a reclamar nuestra participación. La vida dirá cuáles serán las participaciones que aporten con más eficacia al empeño planteado.

De antemano pido excusas por si introduje más confusiones en el tratamiento conceptual del asunto (esta es una de mis más grandes preocupaciones por el momento). Prometo un esfuerzo para poner en claro y extenso mi perspectiva sobre el asunto desde las habilidades profesionales que poseo (no soy una “experta” en el tema, no pertenezco a alguna de las comisiones creadas) y experiencias personales. En esta ocasión me he animado a esta participación por la trascendencia que le reconozco al asunto, a pesar de que reconozco el limitado efecto de los intercambios de mensajes electrónicos; pero mientras no tengamos otro canal de comunicación…..

Saludos afectuosos de Graciela Chailloux Laffita