Autor: Elier A. Álvarez Arcia.

La poesía es el género artístico y literario que toda persona, sensibilizada con el arte, toma como punto de referencia al comparar lo que artísticamente está bien realizado. Es una esencia mística que llena a todo el que en ella se refugia, siempre que tenga la calma y la autopreparación para aceptarla y disfrutarla. Eso sí, a través de los tiempos, también se ha encerrado en espacios académicos donde se adoctrina el pensamiento de los que la estudian, y estos a su vez, atacan a quienes se salen de los «estándares» y «cánones» impuestos por algunos clásicos de la crítica literaria.
Así ha sucedido con el spoken word.

Por suerte, en nuestros días ya existe una paridad o equilibrio en cuanto a criterios, al decir si es (el spoken word) poesía o no y/o lo que es poesía o no. Lo cierto en todo este hecho es que está demostrado que uno nunca va a «proyectar» en un texto para un lector, lo que «proyecta» es un texto para el sujeto que escucha. En el caso de la poesía, ambos se apoyan en técnicas poéticas tanto para el que se lee en las páginas de un libro, como para el que se dice o se representa ante un auditorio.

De esto se trata en gran medida Caminos de Palabras, idea surgida por la necesidad de compartir la poesía hablada, con todo tipo de personas y en todo tipo de espacios. Es algo nuevo, si solo nos quedamos en el término que se usa: poesía hablada. Pero si vemos el tránsito de esta manera de hacer poesía por nuestras calles habaneras, no podemos decir lo mismo.

Han transcurrido ya diez años, desde la primera vez que Karel Betancourt (El Indomable) y Amhel Incera (Misión Raíz) subieron a un escenario en un concierto de Hip hop para mostrar su quehacer como artistas que representaban esta modalidad poética. Aunque no fueron los únicos, junto a ellos también lo hicieron un grupo llamado Jóvenes Rebeldes, integrado por Javier y El Deno –una lástima no conservar en el recuerdo sus nombres completos. Fue algo novedoso y extraño, podría decirse que estaban declamando, pero no utilizaban la poesía de nadie. Decían en el escenario lo que producían ellos poéticamente; tenían fuerza, compromiso, a partir de cómo lo decían. No engolaban la voz ni provocaban una musicalidad más allá de la propia música interior del texto que enmarcaba el discurso de aquel comienzo de siglo XXI: la raza, la marginación y el belicismo internacional, que nunca ha cesado en el mundo desde que se conoce como lo conocemos hoy.

Caminos de Palabras, es el resultado de lo que se ha logrado en estos diez años de trabajo por los cultores de la poesía hablada, y tiene como objetivo, además, invitar a críticos literarios y de arte a compartir sus juicios en cuanto al tema, desde cada una de estas aristas, para poder así, medir y valorar lo que ha aportado y aporta, a las nuevas generaciones en el proceso de la «vida en sociedad».  Por ello vamos a hacer una mirada al pasado para observar, no con mucho detenimiento, cómo se ha ido desarrollando, en el orden artístico este movimiento, del cual hoy no son pocos los participan, y no son pocos los lugares en los que se ha expuesto el proyecto.

Haciendo una valoración y, según mi criterio, se destaca el trabajo en el Festival Internacional de Poesía de La Habana, en sus ediciones XII y XIII, con Amhel Incera desde su visión organizativa y de dirección artística. Primero, a partir del diálogo establecido a través del Taller de Poesía Dulce María Loynaz y su directora Isis Leyva –en el cual se logró la inclusión de un performance de poesía hablada y la participación de los distintos poetas convocados en distintas lecturas que se realizaron en dicho festival–; y segundo, por el éxito de este primer performance y el interés que suscitó en el director del festival, Alex Pausides, que logró su inclusión en la edición siguiente, dando como resultado el primer colectivo de poesía hablada llamado La PoesiConextion.

Bajo el nombre Puente Internacional de La Poesía Hablada, en el año 2008, sería con el que de manera colateral se participó en el Festival Internacional de Poesía de La Habana; un suceso extraordinario para los que allí estuvimos, una puerta abierta a la «intelectualidad cubana», el reconocimiento, y el hecho mismo de representar la poesía hablada.

En esa ocasión el performance se realizó como inauguración del evento y en él participaron artistas como Yassek Manzano y su grupo, quien nos acompañó musicalmente. Como invitados estuvieron Afua Cooper –una de las más reconocidas poetas en el área del Caribe de lengua inglesa, a pesar de vivir en Canadá–, y el colectivo que estaba compuesto por Unsorokan (Yudicet y Luz de Cuba), El Viejo (Lázaro El Rasta), Velzago, Rodolfo Rensoli, Sir Mali, El Brujo, Yompi, Negro Kilo, El Atrevido, Dj Bahamas y Misión Raíz.  A pesar de que la participación en el evento no continuó en las distintas ediciones que siguieron, por diversos sucesos en el colectivo, cabe agregar los logros, importantísimos, para la poesía hablada en nuestro país. Por sus características creativas posibilitó, por vez primera, una puerta al escenario para varios artistas, entre ellos a Yudicet Menéndez Orosco y Luz de Cuba (Unsorokan); además de palpar y disfrutar por vez primera de performances de poesía hablada, y no conciertos de hip hop donde se incluían a cultores de éste género.

 

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