UN PENOSO INCIDENTE.
El pasado día 21 de marzo como parte de las celebraciones oficiales por el Día Internacional contra la Discriminación Racial, tuvo lugar en la sede de la Sociedad Cubana de las Naciones Unidas un panel para reflexionar sobre la problemática racial en Cuba, con un auditorio integrado por más de cuarenta participantes (fundamentalmente académicos e intelectuales interesados en el tema). Una vez concluido la intervención de dicho panel, -integrado por Heriberto Feraudy y Antonio Martínez-, Tomás Fernández Robaina pidió la palabra para insistir en la necesidad de sacar estas discusiones de los recintos académicos y hacerla extensiva a los distintos sectores de la población cubana, especialmente a la gente de a pie. A lo que Heriberto Feraudy -desde su condición de Presidente del Proyecto de Lucha contra el racismo y la Discriminación de la UNEAC- le repostó con todo un discurso cargado de emplazamientos políticos, que se pusieron claramente de manifiesto cuando concluidas sus palabras, la funcionaria de las Naciones Unidas intervino para señalar que le parecían plausibles y oportunas la intervención de Feraudy pues aquella era una institución revolucionaria que no toleraba provocaciones. Según un el testimonio de una de las participantes en el evento, en un e-mail dirigido a Fernández Robaina, se trata de un hecho penoso y desmedido: por el ambiente que creó entre la gente que no te conoce, fue muy lamentable y nos debe llamar a la reflexión. Sobre este gesto de descalificación política contra un intelectual y luchador antirracista de la estatura de Fernández Robaina, han reaccionado el mismo Robaina y otros intelectuales cubanos. .

El 23 de marzo Fernández Robaina dirigió la siguiente carta a Heriberto Feraudy:
Heriberto, me sorprendió extraordinariamente tu reacción ante mis palabras,
pues son las mismas que vengo diciendo desde que escribí mi primer ensayo sobre
la presencia martiana en el Partido Independiente de Color, y que he ampliado y
enriquecido a través de mis combates en espacios nacionales y extranjeros, no
siempre enfrentándome a los enemigos, sino a nuestros propios hermanos de
lucha, que no siempre comprenden o mal interpreta acciones y palabras. Mis
palabras jamás serán las que dicen los enemigos de nuestro proceso, las
palabras no son las que definen objetivamente a los hombres, sino los hechos.
Mi análisis del racismo tan enraizado en la mente de todos nosotros lo vengo
mostrando y argumentado desde hace años, los que han ido a mis cursos y
conferencias saben muy bien que mi lenguaje no es de odio, mucho menos el de
sembrar cizaña, sino el de cultivar amor, fraternidad, la comprensión histórica
y social de errores cometidos, como una de las consecuencias dialécticas de
nuestro proceso, grandioso en su más amplio y trascendental sentido, pero no
exento de extremismos, y de dogmatismo, como la historia evidencia ha ocurrido
en todas las verdaderas revoluciones.
Mi lenguaje no siembra la división, intenta la unión, la concordia; decir la
verdad sobre la real historia de Cuba a los sectores más urgidos de nuestra
población de acceder a ese conocimiento, no es repetir las palabras de los que
buscan destruir nuestro proceso sino por el contrario, hacernos más fuertes en
esos espacios, reconociéndonos más profundamente, como una de las partes
fundamentales de la realidad que defendemos, debemos tomar la delantera,
posiciones de ventaja en esa batalla e impedir dejar espacios libres para los
que luchan no por el mejoramiento armónico de nuestra sociedad dentro del
socialismo.
Los que deseamos hacer más expansivo, y fuerte el conocimiento histórico y el
debate crítico, pero constructivo para erradicar males que todavía sobreviven
en Cuba, somos defensores comprobados de nuestros logros, pero muy analíticos
de los desaciertos cometidos ayer, para evitar los que puedan ocurrir hoy, e
impedir que se reproduzcan situaciones ya superadas.
Cuando me invitaste a forma parte de la Comisión Aponte, de acuerdo con la
valoración que hiciste de mí, pensé que me conocías más de lo que yo pensaba,
pues de ser así, seguramente no hubieras mal interpretado mis palabras,
independientemente de que por mi apasionamiento hubiera dicho algo que no se
articulara con mis acciones cotidiana, comunitarias, investigativas, no solo en
fuentes archivísticas y bibliográficas sino con las fuentes testimoniales de
hombres y mujeres que han expresado sus sentires, y valoraciones como parte de
ese pueblo del cual nosotros formamos parte y que también anhelan un
mejoramiento aun mayor de lo obtenido hasta aquí y que necesitan en igual
medida un conocimiento y herramientas cognoscitiva para enfrentar con mejores
condiciones los retos sociales y económicos que surgirán en nuestra sociedad ya
sumida en el proceso de cambio total.
Para nadie es un secreto que en un país como el nuestro, para hacer algo que
tenga una verdadera repercusión tiene que contar con el apoyo gubernamental,
institucional. En la actividad del ARAC de la Casa del Alba, de la semana
pasada Tato señaló que al gobierno, a las autoridades les tocaba desde muchos
ángulos el mayor peso en esa lucha, porque tienen la posibilidad de legislar,
aplicar leyes, tomar medidas efectivas para reducir las acciones racistas,
sobre las cuales cada día hay mayores quejas, pero Heriberto, las acciones que
se tomen desde el poder para eliminar el mal de las discriminaciones, no están
reñidas contra la realización de paneles, de debates abiertos, en espacios
hasta ahora no habituales, ambas tendencias, se complementan y contribuirán
mutuamente al conocimiento de esa historia olvidada, silenciada, que la propia
revolución se esfuerza por dar a conocer; el libro el negro en cuba (1990) se
escribió inspirado en las palabras de nuestro comandante en jefe cuando en la
clausura de los actos por el centenario de la guerra de los diez años, llamó a
los estudiosos, a los amantes de nuestra historia, a investigar y a publicar
esas historias, figuras y a los hechos apenas abordados en nuestros programas
de historia. Socializar ese conocimiento, contribuir a la concientización de
dónde venimos, que somos y que queremos, teniendo presente, la significación
del surgimiento del poder revolucionario liderado por nuestro Comandante Fidel,
es de suma relevancia para la materialización de esos empeños. Por muy diversas
razones, en algunas áreas sociales e históricas seguimos combatiendo contra los
prejuicios, y contra todo lo que ha impedido nuestro desarrollo mayor.
Afortunadamente, estamos en un periodo de cambios muy visibles, como ya he
dicho, que cada día gana mayores espacios. La concientización e importancia del
conocimiento y justa valoración de todos nuestros ancestros es algo fundamental
para ese cambio. El rap jugó un papel muy importante en esa dirección entre los
negros y negras. Recordemos que a la Biblioteca Nacional se le asignó una de
las comisiones que Color Cubano logró incorporar y mostrar como parte
importante de la labor que se materializaba en la lucha contra el racismo. La
Comisión de la Biblioteca Nacional hizo al principio un buen trabajo, parte de
ese trabajo heredado de las comisiones que funcionaron durante un tiempo en el
comité central de nuestro partido, allí, en la última y única reunión a la
asistí, conocí a la doctora Lidia Turner y pude oír su informe final de la
revisión de los textos docentes que se usaban en los diferentes niveles de
nuestra enseñanza; sé que en esa misma línea han trabajado recientemente otras
instituciones conjuntamente con el ministerio de educación con la finalidad de
preparar próximos libros que respondiendo a sus diferentes niveles, brinden una
información más enriquecedora y balanceada de aquellos temas hasta ahora pocos
abordados. Esos nuevos textos posibilitarán la creación de nuevos espacios de
debate, a la ampliación de los ya existentes, todos concebidos con un amplio
sentido constructivo, de fraternidad, de amor por nuestra cultura, por nuestra
historia, por el reconocimiento de aquellos que fueron pioneros, y de los que
se sumaron a esa lucha antes que nosotros, de la cual ahora somos voces, hechos
y acciones. No veo contradicciones entre las medidas oficiales, gubernamentales
que se puedan tomar para tratar de disminuir hasta desaparecer las
desigualdades contra las cuales nos enfrentamos en la actualidad,
independientemente de lo que hemos avanzado durante todo el proceso
revolucionario, y la propuesta de llevar ese debate al seno de nuestra
sociedad. Pienso que las políticas sociales, raciales, antidiscriminatorias, o
como se les nombren, serán complementadas con los debates y discusiones que
surgirán inevitablemente por la aplicación de tales políticas, que conllevarán
tambien a una mayor calidad de vida, que influirá de manera objetiva para
lograr un cambio positivo de la forma de pensar de todos los involucrados en
ese proceso. Obviamente todo lo anterior tomará un tiempo, mayor o menos en la
medida que se le preste más atención a las problemáticas a las cuales nos
enfenamos en la actualidad.
Dichas políticas generarán acciones y debates concretos durante la larga lucha,
e igual camino por recorrer, que a la vez irán creando las condiciones para que
otros la continúen , esos males podrán ser disminuidos o eliminados, no por
decretos, sino como dijera Barbarita en su intervención, sino mediante el
surgimiento de una mentalidad nueva, la cual solo podrá construirse en la
medida en que sean mejoradas de manera objetiva las contextos materiales donde
viven amplios sectores de nuestros hermanos urgidos de una mayor atención, como
bien ha señalado Mayra Espina, Heriberto, siento mucho que mis palabras no
fueran comprendidas en su real sentido, puede ser que sin desear dijera algo
que no se comprendió, o que yo, emocionado dije algo que mal se interpretó.
Sabes cuál es mi pensamiento, cual es mi acción cotidiana, comunitaria e
intelectual investigando no solo en archivos y en fuentes bibliográficas, no
las palabras, sino los hechos son lo que realmente definen a las personas,
conozco tu pensamiento, no olvides que estuve en varios actividades donde he
valorado tu forma de pensar, y tu criterio de hacerlo todo con el apoyo
gubernamental, y creo que es algo real, positivo nadie que este identificado
con nuestro proceso puede estar en contra de eso, En una ocasión se me hizo una
entrevista, en los principios de los noventa, y subrayé que hasta que el
problema negro no se convirtiera en un problema político no se comenzaría
estudiar seriamente el problema del racismo en Cuba. Ese asunto salió en una de
las actividades en las que formaste parte del panel en el pabellón Cuba. Para
nadie es un secreto que en un país como el nuestro, hacer algo que tenga una
verdadera repercusión tiene que contar con el apoyo gubernamental,
institucional.
Dichas políticas requerirán, como ya he dicho, acciones concretas. Ese marchar
no será posible en corto tiempo, pero su ejecutoria será muy necesaria, para
que otros continúen esa lucha como nosotros somos continuadores de los que nos
precedieron, y como dijera Barbarita en su intervención, solo puede crearse una
mentalidad nueva, en la medida en que las condiciones materiales en las que
vive una parte de nuestra población no sea objetivamente mejorada, ya estamos
en ese camino, por eso cada día me siento más optimista. Y como bien sabes ,
llevo años hablando de estos temas , tratando de llamar la atención de los que
pueden ejecutar medidas que estimulen aún más a la lucha no solo contra el
racismo, sino contra todas las discriminaciones, y como bien se dijo en una de
las actividades a que he asistido en estos días, nuestra constitución nos da
derechos, pero carece de un aparato que facilite las medidas punitivas,
condenatorias cuando se comete una acción visiblemente discriminatoria, no
únicamente desde el punto de vista racial.
Espero el jueves René y yo presentar el informe de todo lo que hemos hecho en
cuanto a las jornadas Maceitas y juangualbertistas, saludos, Tomasito cada día
más cimarrón
texto que tiene Sandra
Heriberto, me sorprendió extraordinariamente tu reacción ante mis palabras,
pues son las mismas que vengo diciendo desde que escribí mi primer ensayo sobre
la presencia martiana en el Partido Independiente de Color, y que he ampliado y
enriquecido a través de mis combates en espacios nacionales y extranjeros, no
siempre enfrentándome a los enemigos, sino a nuestros propios hermanos de
lucha, que no siempre comprenden o mal interpreta acciones y palabras. . Mis
palabras jamás serán las que dicen los enemigos de nuestro proceso, las
palabras no son las que definen objetivamente a los hombres, sino los hechos.
Mi análisis del racismo tan enraizado en la mente de todos nosotros lo vengo
mostrando y argumentado desde hace años, los que han ido a mis cursos y
conferencias saben muy bien que mi lenguaje no es de odio, mucho menos el de
sembrar cizaña, sino el de cultivar amor, fraternidad, la comprensión histórica
y social de errores cometidos, como una de las consecuencias dialécticas de
nuestro proceso, grandioso en su más amplio y trascendental sentido, pero no
exento de extremismos, y de dogmatismo, como la historia evidencia ha ocurrido
en todas las verdaderas revoluciones.
Mi lenguaje no siembra la división, intenta la unión, la concordia; decir la
verdad sobre la real historia de Cuba a los sectores más urgidos de nuestra
población de acceder a ese conocimiento, no es repetir las palabras de los que
buscan destruir nuestro proceso sino por el contrario, hacernos más fuertes en
esos espacios, reconociéndonos más profundamente, como una de las partes
fundamentales de la realidad que defendemos, debemos tomar la delantera,
posiciones de ventaja en esa batalla e impedir dejar espacios libres para los
que luchan no por el mejoramiento armónico de nuestra sociedad dentro del
socialismo.
Los que deseamos hacer más expansivo, y fuerte el conocimiento histórico y el
debate crítico, pero constructivo para erradicar males que todavía sobreviven
en Cuba, somos defensores comprobados de nuestros logros, pero muy analíticos
de los desaciertos cometidos ayer, para evitar los que puedan ocurrir hoy, e
impedir que se reproduzcan situaciones ya superadas.
Cuando me invitaste a forma parte de la Comisión Aponte , de acuerdo con la
valoración que hiciste de mí, pensé que me conocías más de lo que yo pensaba,
pues de ser así, seguramente no hubieras mal interpretado mis palabras,
independientemente de que por mi apasionamiento hubiera dicho algo que no se
articulara con mis acciones cotidiana, comunitarias, investigativas, no solo en
fuentes archivísticas y bibliográficas sino con las fuentes testimoniales de
hombres y mujeres que han expresado sus sentires, y valoraciones como parte de
ese pueblo del cual nosotros formamos parte y que también anhelan un
mejoramiento aun mayor de lo obtenido hasta aquí y que necesitan en igual
medida un conocimiento y herramientas cognoscitiva para enfrentar con mejores
condiciones los retos sociales y económicos que surgirán en nuestra sociedad ya
sumida en el proceso de cambio total.
Para nadie es un secreto que en un país como el nuestro, para hacer algo que
tenga una verdadera repercusión tiene que contar con el apoyo gubernamental,
institucional. En la actividad del ARAC de la Casa del Alba, de la semana
pasada Tato señaló que al gobierno, a las autoridades les tocaba desde muchos
ángulos el mayor peso en esa lucha, porque tienen la posibilidad de legislar,
aplicar leyes, tomar medidas efectivas para reducir las acciones racistas,
sobre las cuales cada día hay mayores quejas, pero Heriberto, las acciones que
se tomen desde el poder para eliminar el mal de las discriminaciones, no están
reñidas contra la realización de paneles, de debates abiertos, en espacios
hasta ahora no habituales, ambas tendencias, se complementan y contribuirán
mutuamente al conocimiento de esa historia olvidada, silenciada, que la propia
revolución se esfuerza por dar a conocer; el libro El negro en Cuba (1990) se
escribió inspirado en las palabras de nuestro Comandante en jefe cuando en la
clausura de los actos por el centenario de la Guerra de los Diez años, llamó a
los estudiosos, a los amantes de nuestra historia, a investigar y a publicar
esas historias, figuras y a los hechos apenas abordados en nuestros programas
de historia. Socializar ese conocimiento, contribuir a la concientización de
dónde venimos, que somos y que queremos, teniendo presente, la significación
del surgimiento del poder revolucionario liderado por nuestro Comandante Fidel,
es de suma relevancia para la materialización de esos empeños. Por muy diversas
razones, en algunas áreas sociales e históricas seguimos combatiendo contra los
prejuicios, y contra todo lo que ha impedido nuestro desarrollo mayor.
Afortunadamente, estamos en un periodo de cambios muy visibles, como ya he
dicho, que cada día gana mayores espacios. La concientización e importancia del
conocimiento y justa valoración de todos nuestros ancestros es algo fundamental
para ese cambio.
El rap jugó un papel muy importante en esa dirección entre los negros y negras.
Recordemos que a la Biblioteca Nacional se le asignó una de las comisiones que
Color Cubano logró incorporar y mostrar como parte importante de la labor que
se materializaba en la lucha contra el racismo. La Comisión de la Biblioteca
Nacional hizo al principio un buen trabajo, parte de ese trabajo heredado de
las comisiones que funcionaron durante un tiempo en el Comité Central de
nuestro partido, allí, en la última y única reunión a la asistí, conocí a la
doctora Lidia Turner y pude oír su informe final de la revisión de los textos
docentes que se usaban en los diferentes niveles de nuestra enseñanza; sé que
en esa misma línea han trabajado recientemente otras instituciones
conjuntamente con el Ministerio de Educación con la finalidad de preparar
próximos libros que respondiendo a sus diferentes niveles, brinden una
información más enriquecedora y balanceada de aquellos temas hasta ahora pocos
abordados. Esos nuevos textos posibilitarán la creación de nuevos espacios de
debate, a la ampliación de los ya existentes, todos concebidos con un amplio
sentido constructivo, de fraternidad, de amor por nuestra cultura, por nuestra
historia, por el reconocimiento de aquellos que fueron pioneros, y de los que
se sumaron a esa lucha antes que nosotros, de la cual ahora somos voces, hechos
y acciones.
No veo contradicciones entre las medidas oficiales, gubernamentales que se
puedan tomar para tratar de disminuir hasta desaparecer las desigualdades
contra las cuales nos enfrentamos en la actualidad, independientemente de lo
que hemos avanzado durante todo el proceso revolucionario, y la propuesta de
llevar ese debate al seno de nuestra sociedad. Pienso que las políticas
sociales, raciales, antidiscriminatorias, o como se les nombren, serán
complementadas con los debates y discusiones que surgirán inevitablemente por
la aplicación de tales políticas, que conllevarán también a una mayor calidad
de vida, que influirá de manera objetiva para lograr un cambio positivo de la
forma de pensar de todos los involucrados en ese proceso.
Dichas políticas generarán acciones y debates concretos durante la larga lucha,
e igual camino por recorrer, que a la vez irán creando las condiciones para que
otros la continúen , esos males podrán ser disminuidos o eliminados, no por
decretos, sino como dijera Barbarita en su intervención, sino mediante el
surgimiento de una mentalidad nueva, la cual solo podrá construirse en la
medida en que sean mejoradas de manera objetiva las contextos materiales donde
viven amplios sectores de nuestros hermanos urgidos de una mayor atención, como
bien ha señalado Mayra Espina, Heriberto, siento mucho que mis palabras no
fueran comprendidas en su real sentido, puede ser que sin desear dijera algo
que no se comprendió, o que yo, emocionado dije algo que mal se interpretó.
Sabes cuál es mi pensamiento, cual es mi acción cotidiana, comunitaria e
intelectual investigando no solo en archivos y en fuentes bibliográficas, no
las palabras, sino los hechos son lo que realmente definen a las personas,
conozco tu pensamiento, no olvides que estuve en varios actividades donde he
valorado tu forma de pensar, y tu criterio de hacerlo todo con el apoyo
gubernamental, y creo que es algo real, positivo nadie que este identificado
con nuestro proceso puede estar en contra de eso.
En una ocasión se me hizo una entrevista, en los principios de los noventa, y
subrayé que hasta que el problema negro no se convirtiera en un problema
político no se comenzaría a estudiar seriamente el problema del racismo en
Cuba. Ese asunto salió en una de las actividades en las que formaste parte del
panel en el Pabellón Cuba.
Dichas políticas requerirán, como ya he dicho, acciones concretas. Ese marchar
no será posible en corto tiempo, pero su ejecutoria será muy necesaria, para
que otros continúen esa lucha como nosotros somos continuadores de los que nos
precedieron, y como dijera Barbarita en su intervención, solo puede crearse una
mentalidad nueva, en la medida en que las condiciones materiales en las que
vive una parte de nuestra población no sea objetivamente mejorada, ya estamos
en ese camino, por eso cada día me siento más optimista. Y como bien sabes,
llevo años hablando de estos temas , tratando de llamar la atención de los que
pueden ejecutar medidas que estimulen aún más a la lucha no solo contra el
racismo, sino contra todas las discriminaciones, y como bien se dijo en una de
las actividades a la que he asistido en estos días, nuestra Constitución nos da
derechos, pero carece de un aparato que facilite las medidas punitivas,
condenatorias cuando se comete una acción visiblemente discriminatoria, no
únicamente desde el punto de vista racial.
Espero el jueves a Rene y y presentar el informe de todo lo que hemos hecho en
cuanto a las jornadas Maceitas y juangualbertistas.
Saludos,
Tomasito cada día más cimarrón.